Conductores mayores: siete consejos sobre seguridad al conducir

La seguridad de los conductores requiere algo más que entender las señales de tráfico y las leyes de tránsito. A medida que envejeces, es probable que notes cambios físicos que puedan hacer que ciertas acciones, como mover el pie del pedal del acelerador al pedal del freno, sean más difíciles. Aun así, los conductores mayores pueden permanecer seguros en la carretera. Considera siete consejos para conductores mayores.

1. Mantente físicamente activo

Mantenerse físicamente activo mejora la fuerza y la flexibilidad. A su vez, la actividad física puede mejorar la seguridad del conductor dado que facilita girar el volante, mirar por encima del hombro para cambiar de carril y hacer otros movimientos al conducir y estacionar.

Busca maneras de incorporar la actividad física a tu rutina diaria. Caminar es una excelente opción para muchas personas. Los ejercicios que consisten en sentarse y pararse son útiles para mejorar tu habilidad para entrar y salir del automóvil. Los ejercicios de estiramiento y fortalecimiento muscular también son útiles para los conductores mayores. Si has tenido una vida sedentaria, obtén la aprobación del médico antes de aumentar tu nivel de actividad.

2. Programa pruebas periódicas de la visión y la audición

Algunos sentidos, como la visión y la audición, tienden a deteriorarse con la edad. La pérdida de la audición puede ser una preocupación para los conductores mayores porque limita la capacidad de oír un tren o un vehículo de emergencia que se aproxima. Los problemas frecuentes de la visión relacionados con la edad, como las cataratas, el glaucoma y la degeneración macular, también pueden hacer que sea difícil ver con claridad o conducir por la noche.

Consulta con el médico con qué frecuencia debes programar las pruebas de la visión y la audición. Aunque creas que tu audición y tu visión están bien, respeta el programa de exámenes recomendado por el médico. Es posible que sea más fácil corregir los problemas si se detectan en las primeras etapas, y los especialistas pueden recomendar ajustes oportunos para reducir el riesgo de que tengas un accidente.

Por ejemplo, un oculista (optometrista u oftalmólogo) podría recomendarte que conduzcas únicamente durante el día.

3. Controla los medicamentos

Muchos medicamentos —incluidos los tranquilizantes, los medicamentos para dormir, los analgésicos y los remedios contra el resfriado— pueden afectar la seguridad del conductor, incluso cuando te sientes bien. Lee las etiquetas de tus medicamentos para saber qué esperar de cada uno.

No conduzcas si has tomado medicamentos que causan somnolencia o mareos. Si te preocupan los efectos secundarios o la repercusión en la seguridad del conductor, consulta al médico o al farmacéutico.

4. Comprende tus limitaciones

Considera tus limitaciones físicas y haz los ajustes necesarios. Por ejemplo, si te duelen las manos al agarrar el volante, utiliza un cubrevolante que haga más cómodo el agarrar y girar el volante.

Puedes pedirle al médico que te remita a un terapeuta ocupacional, que pueda ofrecerte dispositivos de asistencia para ayudarte a conducir o sugerirte ejercicios que te ayuden a superar tus limitaciones.

También puedes ajustar tu vehículo o elegir otro vehículo para satisfacer mejor tus necesidades. Por ejemplo, los vehículos que cuentan con diales más grandes y fáciles de leer en el tablero de mandos suelen ser populares entre los conductores de más edad. Además, algunos modelos más recientes ofrecen funciones de seguridad que pueden ayudarte a evitar colisiones, cambiar de carril de forma segura, controlar tu punto ciego y más.

5. Conduce cuando los caminos (y tú también) estén en buen estado

Puedes mejorar la seguridad al volante si conduces durante el día, con buen clima o en caminos tranquilos en zonas conocidas. Si hay poca visibilidad, considera posponer el viaje o usar el transporte público.

Además del estado del camino, asegúrate de que te encuentres en un estado óptimo para conducir. No conduzcas si estás cansado o enojado.

Nunca conduzcas después de haber bebido alcohol o de haber consumir sustancias que alteran la mente.

6. Guarda el teléfono y concéntrate en el camino

Conducir mientras se está distraído es una causa frecuente de accidentes. Toma medidas antes de irte para asegurar tu capacidad de concentración.

Cuando subas a tu vehículo, estate preparado. Planifica tu ruta con antelación para no tener que leer un mapa o instrucciones mientras conduces. Si utilizas un dispositivo GPS, introduce tu destino antes de empezar a conducir. Si es necesario, llama con antelación para pedir indicaciones.

Mientras conduces, no hagas nada que desvíe tu atención de la carretera.

7. Refresca tus habilidades de conducción

Considera la posibilidad de tomar un curso de actualización para conductores mayores. Al actualizar tus habilidades de conducción podrías incluso obtener un descuento en el seguro de tu coche, según tu póliza. Busca cursos a través de un programa de educación comunitaria u organizaciones locales que sirvan a los adultos mayores.

Si te confundes mientras conduces o te preocupa tu capacidad para conducir de forma segura (o si otros han expresado su preocupación), puede ser mejor dejar de conducir. Considera la posibilidad de tomar el autobús, compartir el coche con otros, utilizar un servicio de transporte compartido o aprovechar otras opciones de transporte local.

Entregar las llaves del coche no tiene por qué acabar con tu independencia. En cambio, considéralo una forma de mantenerte a ti mismo y a los demás a salvo en la carretera.

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